Alfredo Landa era de esos actores que lo hacían bien todo. Cine, Teatro, televisión y más que le echaran.
Era un gran cómico, en el buen sentido de la palabra, que no significa solo hacer reír, quiere decir que para dramas, para infumables, para pelis de risa, o de neorealismo, o buscando una marrana para comer en la Edad Media, o siendo dueño de Celedonio un semental, toro, en los setenta, todo lo hacía creíble y con dignidad.
O ganando en Cannes "Los Santos Inocentes" , o siendo ninguneado y criticado en España, aunque no tuvieran más remedio que darle algún Goya.
Ha muerto un grande, inmenso, del espectáculo, y es de los que no tienen ninguno en la actualidad que le llegue a la suela del zapato.
Descanse en paz. Por siempre Alfredo Landa, y sus landadas, ojalá supieran hacer cosas parecidas los nuevos directores y los nuevos actores, porque guionistas creo que no quedan.
Alfredo Landa Areta (Pamplona, Navarra, 3 de marzo de 1933 - Madrid, 9 de mayo de 2013) fue un actor español.
Hijo de un capitán de la Guardia Civil, pasó su primera infancia en el pueblo de Arive.3 A los seis años su familia se trasladó a Figueras, donde fue alumno del Instituto Ramón Muntaner. Se trasladó a los doce años a San Sebastián donde años más tarde iniciaría estudios de Derecho; y fue precisamente en la Universidad donde tuvo su primera experiencia teatral, representando más de cuarenta obras en la Fundación del Teatro Español Universitario.
También cosechó importantes éxitos en la pequeña pantalla gracias a su participación en series como Confidencias (1963-1965), Tiempo y hora (1966-1967) - ambas de Jaime de Armiñán -, Ninette y un señor de Murcia (1984), de Gustavo Pérez Puig, Tristeza de amor (1986), El Quijote de Miguel de Cervantes (1991), de Manuel Gutiérrez. wikipedia
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